¿Cuál es tu primer pensamiento a la hora de despertar? Eso determina el día que tendrás. Eso determina si será un día provechoso para tí, los tuyos, y el resto del mundo o será otro día más que preferirías no haber vivido, en el que prefieres seguir dormido y que no le resultará de provecho a nadie, y mucho menos lo resultará para tí. ¿Qué feo no?
Vivir inconsciente, vivir dormido es el estado "natural" de la mayoría de los humanos adultos. ¿Por qué? Porque en algún momento de nuestras vida nos dimos cuenta que teníamos que llenar las expectativas de alguien más para obtener aceptación y afecto.
Hacerte consciente por primera vez de tu naturaleza y todo lo que te rodea: DUE-LE. Y aveces duele mucho. Recordamos lo mucho que nos dolió dejar nuestros sueños de la infancia atrás pues alguien más esperaba algo diferente de nosotros y nos acostumbramos a querer llenar esas expectativas. Nos acostumbramos a que si no jugamos el papel que "nos toca", no podremos sobrevivir. Por lo menos así es cómo me pasó a mí. Sin embargo yo te invito a ir más allá de ese dolor, a no reprimirlo a dejarlo salir. El agua estancada se pudre, lo mismo pasa con nuestras emociones. Somos hijos de la tierra y del agua, no es extraño que tengamos todo en común.
¿Por qué hacerme consciente por primera vez me duele? Por que el niño o niña que fuimos vive en nuestro espíritu y esos sueños ahí están, y nos sentimos defraudados. "Esos sueños de la infancia son boberías, no sabía cómo es que realmente funcionaba el mundo." Y nuevamente nos dormimos. Tenemos confianza que algún día nuestro esfuerzo incongruente nos será reconocido y recompensado. Esa es una mentira GORDOTOTA. Véanlo con los ancianos, sobre todo los moribundos de todo lo que se arrepienten por sobre todo de NO haber hecho. Suena a cliché pero no es que sea cliché es que realmente sucede con la mayoría de ellos.
Actuar con incongruencia es: Decir otra cosa distinta a la que pensé (mentir). Actuar de otra forma diferente a la que naturalmente quisiera actuar (mentirTE). Hacer algo que no quiero hacer, estar en un lugar donde no quiero realmente estar. Y eso es consecuencia de la formación que nos brindaron padres, maestros, sacerdotes, tíos, gobierno... Prohibiendo, coartando, limitando lo más posible. "Si eres como yo quiero que seas, te portas como quiero que te portes, te comes lo que quiero que te comas, seguirás teniendo mi afecto que es indispensable para tu supervivencia infantil". Sólo a un torcido ser humano se le ocurre que es buena idea ignorar por completo la naturaleza, inclusive la propia, y moldearla de acuerdo a un ser "ideal" y ¡no sólo eso! obligar a los demás a que esa forma, producto de su mente es la que "debe de ser", sólo porque a él y a unos otros cuantos más les conviene que seas dependiente que no puedas decidir por tí mismo y por ende jamás aprendiste a hacerte responsable de esas decisiones, pues ¡No han sido tuyas!
¿Cuántas veces te has descubierto fantaseando decirle a esa persona lo que realmente piensas pero no lo haces? ¿Por qué no lo haces? Puedes poner muchos motivos, pero el principal es el MIEDO. ¿A qué? A perder algo. El empleo, la amistad, el amor, la inclusión, el dinero...etc.
Pero algo te carcome por dentro. Algo no está bien. ¡Claro que algo no está bien! ¡Tú! Ser valiente no significa no tener miedo, ser valiente es superar el miedo.
Es increíble lo que los ratos de plena consciencia en el aquí y el ahora cambian la perspectiva. Tanto que un buen día es demasiado pesado el traje de mentiras que llevamos puesto. Ninguna posesión es más importante que el hecho de VIVIR PLENAMENTE, sin apegos, sin ataduras, con plena confianza en tí, con pleno dominio de tus decisiones.
Procura, las primeras veces hacerte plenamente consciente en un parque, o en cualquier lugar lleno de seres vivos que no pelean contra su naturaleza. Un parque es una buena idea pues hay árboles, aves, ardillas, insectos, perros, niños y menos adultos con cara de amargura e insatisfacción. Y sobre todo saborearás el estar viviendo, es mucho mejor que el sueño.
Poco a poco esta consciencia va a ir evidenciando las incongruencias bajo las que vives. Dichas incongruencias se volverán más pesadas de cargar. Y es cierto, la verdad libera por lo tanto la congruencia, libera el espíritu y podemos entonces regresar al equilibrio. :)
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